Museos
Existen muchos preconceptos sobre la definición de museo que muchas veces no tienen que ver con la realidad. La definición y la forma de entender los museos ha ido evolucionando a lo largo de la historia. La palabra viene del griego, y significa lugar donde habitan las musas. Hoy en día, seguimos relacionando el concepto de arte con las musas, seguimos pensando que los artisitas tienen un aura espiritual
Para los romanos tiene que ver más con la creatividad, el lugar donde se enseñaba filosofía. No olvidemos que para esta cultura la filosofía era la ciencia de todas las ciencias, la más importante.
De estos dos conceptos sacamos la idea de que eran lugares donde se invitaba a pensar, a reflexionar y la imaginación.
En la Edad Moderna, surgió el concepto alemán gabinete de curiosidades. Este era un lugar donde se guardaba de todo tipo de titos curiosos que les llamaban la atención. ¿Quién podía permitirse coleccionar curiosidades como hobby? Las clases pudientes y ricas, por lo que se convertía en algo elitista; eran lugares privados, a los que accedían aquellos a los que el propietario (prácticamente nunca propietaria) se lo permitiera.
Pero, gracias a la Revolucion Francesa y su ideario, esto cambia. Este movimiento promulga que aquello privado se convierta en público y poco a poco se vuelve a esa idea romana del museo como lugar para aprender. Uno se puede culturizar a través de las obras, aprender sobre la historia, la filosofía, la naturaleza…
Las colecciones privadas se democratizan y pasan a la administración pública, inaugurándose los museos nacionales. Tiene que ver con el surgimiento de los nacionalismos europeos. Surgen museos como el Louvre de Paris, el Uffizi en Florencia, el Prado, la National Gallery de Londres… tienen una función política, generar y exaltar en el pueblo un sentimiento patriótico y nacional. Así las personas menos elitistas también se pueden vanagloriar de su patria. En mi opinión personal, creo que muy a menudo los museos se siguen utilizando en este sentido. Estoy pensando concretamente en la National Gallery. Allí albergan tesoros y maravillas de medio mundo; no solo cuadros pintados en Inglaterra, sino que constan de gran parte del arte italiano, por ejemplo. La entrada es gratuita, por lo que millones de personas, turistas y locales, la visitan. Realmente, ¿para qué? Yo no tengo claro que la función principal de todo eso sea didáctica. Todo el que entra allí puede sentir el poderío británico, sus triunfos en las conquistas. Los británicos pueden ver las cifras de gente de fuera del país que visita el museo, que quiere admirar su colección, y ésto es algo que les hace erguirse orgullosos de su patria.
Para los romanos tiene que ver más con la creatividad, el lugar donde se enseñaba filosofía. No olvidemos que para esta cultura la filosofía era la ciencia de todas las ciencias, la más importante.
De estos dos conceptos sacamos la idea de que eran lugares donde se invitaba a pensar, a reflexionar y la imaginación.
En la Edad Moderna, surgió el concepto alemán gabinete de curiosidades. Este era un lugar donde se guardaba de todo tipo de titos curiosos que les llamaban la atención. ¿Quién podía permitirse coleccionar curiosidades como hobby? Las clases pudientes y ricas, por lo que se convertía en algo elitista; eran lugares privados, a los que accedían aquellos a los que el propietario (prácticamente nunca propietaria) se lo permitiera.
Pero, gracias a la Revolucion Francesa y su ideario, esto cambia. Este movimiento promulga que aquello privado se convierta en público y poco a poco se vuelve a esa idea romana del museo como lugar para aprender. Uno se puede culturizar a través de las obras, aprender sobre la historia, la filosofía, la naturaleza…
Las colecciones privadas se democratizan y pasan a la administración pública, inaugurándose los museos nacionales. Tiene que ver con el surgimiento de los nacionalismos europeos. Surgen museos como el Louvre de Paris, el Uffizi en Florencia, el Prado, la National Gallery de Londres… tienen una función política, generar y exaltar en el pueblo un sentimiento patriótico y nacional. Así las personas menos elitistas también se pueden vanagloriar de su patria. En mi opinión personal, creo que muy a menudo los museos se siguen utilizando en este sentido. Estoy pensando concretamente en la National Gallery. Allí albergan tesoros y maravillas de medio mundo; no solo cuadros pintados en Inglaterra, sino que constan de gran parte del arte italiano, por ejemplo. La entrada es gratuita, por lo que millones de personas, turistas y locales, la visitan. Realmente, ¿para qué? Yo no tengo claro que la función principal de todo eso sea didáctica. Todo el que entra allí puede sentir el poderío británico, sus triunfos en las conquistas. Los británicos pueden ver las cifras de gente de fuera del país que visita el museo, que quiere admirar su colección, y ésto es algo que les hace erguirse orgullosos de su patria.
De todas formas, creo que cada vez esto va a menos. La idea de museo se replantea con la entrada de nuevo público, entran al museo nuevas formas de percibir, mirar y sentir, y los museos se adaptan a ello. Así, el conocimiento que albergan y la forma de exponerlo se hace más rico y los conocimientos se entraman, convirtiéndose en un lugar más social. La idea del museo como lugar sagrado, en el que no se come, no se toca y no se respira va desapareciendo.
En el Centro Contemporáneo de Huarte me llamó positivamente la atención el cartel que vemos a la izquierda. Es un símbolo de esa apertura del museo, de esa mayor cercanía a la sociedad.
Surgen figuras como la del comisario, que es el encargado específico de diseñar el espacio de una exposición. La forma de colocar las obras de arte va a determinar en cierto modo lo que se cuente con ellas. Esto hace que una misma obra se pueda ver y entender de distinta forma en dos exposiciones diferentes.
En los proyectos de arte de clase, pudimos ver la importancia que en varios grupos se les dio a la forma de exponer su trabajo. Por ejemplo en la obra Pendientes de un hilo colocaron sus fotografías de tal forma que su soporte también tuviera significado, pudiendo meterte dentro y observar las fotografías desde otro punto de vista. Yo lo entendí como una forma de internarte en la realidad de esas escenas, y así poder descubrir lo que su apariencia tranquila escondía.
La importancia de la colocación de las obras de arte también la pudimos ver en la salida al Centro de Arte Contemporáneo de Huarte: allí la obra de "los Modlin" de Paco Gómez estaba colocada de tal forma que las diferentes partes que la componían no se pudieran ver al mismo tiempo, lo que te obligaba a moverte y así encontrar nuevos puntos de vista.
Ahora, en esa función del museo como un espacio para el aprendizaje, también surge la figura del comisario educativo, que ayuda a que la exposición se enfoque desde un punto de vista más didáctico. Ahora mismo la inmensa mayoría de museos y exposiciones cuentan con programas didácticos dirigidos a la divulgación y aprendizaje de las riquezas del museo. En el Centro de Arte Contemporáneo de Huarte nos explicaron sus propuestas educativas para los escolares, que van más allá de visitas guiadas, incluyendo aspectos como talleres. Es decir, se les permite a los alumnos interactuar con el museo; así el museo deja de ser un sitio de reverencia para pasar a ser un lugar de aprendizaje en el que se puede dialogar con las obras.
Hay que pensar que toda esta entrada de nuevo público a los museos no solo beneficia al visitante, sino que una relación de feedback también beneficia al museo: como se dice en el texto de MUSAC escuela se consigue una diversidad de voces dentro del museo, construyendose y generándose conocimiento.
La visita a museos y exposiciones no se debe plantear como una simple excursión, sino como una oportunidad de aprendizaje. Puede ser una buena oportunidad para que, entre otras cosas, los niños desarrollen "el placer de mirar, y explorar las sensaciones que nos producen las obras de arte y después intentar descubrir y descifrar el por qué" (Un mundo lleno de imágenes). Todo esto fomentará la imáginación, la reflexión y una comprensión más crítica del mundo en que les ha tocado vivir.
El proceso de apertura de los museos ha sido largo y díficil en un país como el nuestro, en el que el papel y espacio que se le ha dejado a la cultura y al arte ha sido mínimo durante muchos años en nuestra última historia. Desde los años ochenta, democracia, esto ha comenzado a cambiar. El concepto de arte "oficial" ha sufrido un proceso de apertura, que se ha visto reflejado en los museos y exposiciones (fuente). Hoy en día, los museos no tienen una única función: son generadores de conocimiento, son lugares para la observación y reflexión, son espacios para investigar sobre las colecciones y así avanzar en el conocimiento, son espacios para la discusión, para tender un nuevo puente de comunicación... En definitiva, son lugares generadores de conocimiento. Y para que este conocimiento sea más rico, es imprescindible la difusión; los museos no deben ir dirigidos a una élite minoritaria de nivel cultural alta. Todos los ciudadanos tenemos el derecho de disfrutar de la cultura y establecer un diálogo con el arte expuesto en los museos. Creo que en este sentido se avanza en un sentido muy positivo, en parte gracias a la globalización y a la difusión de la cultura, en parte gracias a la nueva función que se ha asumido desde los museos, en parte gracias al papel que poco a poco está asumiendo toda la sociedad como individuos activos, capaces de observar, criticar y reflexionar.
En los proyectos de arte de clase, pudimos ver la importancia que en varios grupos se les dio a la forma de exponer su trabajo. Por ejemplo en la obra Pendientes de un hilo colocaron sus fotografías de tal forma que su soporte también tuviera significado, pudiendo meterte dentro y observar las fotografías desde otro punto de vista. Yo lo entendí como una forma de internarte en la realidad de esas escenas, y así poder descubrir lo que su apariencia tranquila escondía.
La importancia de la colocación de las obras de arte también la pudimos ver en la salida al Centro de Arte Contemporáneo de Huarte: allí la obra de "los Modlin" de Paco Gómez estaba colocada de tal forma que las diferentes partes que la componían no se pudieran ver al mismo tiempo, lo que te obligaba a moverte y así encontrar nuevos puntos de vista.
Ahora, en esa función del museo como un espacio para el aprendizaje, también surge la figura del comisario educativo, que ayuda a que la exposición se enfoque desde un punto de vista más didáctico. Ahora mismo la inmensa mayoría de museos y exposiciones cuentan con programas didácticos dirigidos a la divulgación y aprendizaje de las riquezas del museo. En el Centro de Arte Contemporáneo de Huarte nos explicaron sus propuestas educativas para los escolares, que van más allá de visitas guiadas, incluyendo aspectos como talleres. Es decir, se les permite a los alumnos interactuar con el museo; así el museo deja de ser un sitio de reverencia para pasar a ser un lugar de aprendizaje en el que se puede dialogar con las obras.
Hay que pensar que toda esta entrada de nuevo público a los museos no solo beneficia al visitante, sino que una relación de feedback también beneficia al museo: como se dice en el texto de MUSAC escuela se consigue una diversidad de voces dentro del museo, construyendose y generándose conocimiento.
La visita a museos y exposiciones no se debe plantear como una simple excursión, sino como una oportunidad de aprendizaje. Puede ser una buena oportunidad para que, entre otras cosas, los niños desarrollen "el placer de mirar, y explorar las sensaciones que nos producen las obras de arte y después intentar descubrir y descifrar el por qué" (Un mundo lleno de imágenes). Todo esto fomentará la imáginación, la reflexión y una comprensión más crítica del mundo en que les ha tocado vivir.
El proceso de apertura de los museos ha sido largo y díficil en un país como el nuestro, en el que el papel y espacio que se le ha dejado a la cultura y al arte ha sido mínimo durante muchos años en nuestra última historia. Desde los años ochenta, democracia, esto ha comenzado a cambiar. El concepto de arte "oficial" ha sufrido un proceso de apertura, que se ha visto reflejado en los museos y exposiciones (fuente). Hoy en día, los museos no tienen una única función: son generadores de conocimiento, son lugares para la observación y reflexión, son espacios para investigar sobre las colecciones y así avanzar en el conocimiento, son espacios para la discusión, para tender un nuevo puente de comunicación... En definitiva, son lugares generadores de conocimiento. Y para que este conocimiento sea más rico, es imprescindible la difusión; los museos no deben ir dirigidos a una élite minoritaria de nivel cultural alta. Todos los ciudadanos tenemos el derecho de disfrutar de la cultura y establecer un diálogo con el arte expuesto en los museos. Creo que en este sentido se avanza en un sentido muy positivo, en parte gracias a la globalización y a la difusión de la cultura, en parte gracias a la nueva función que se ha asumido desde los museos, en parte gracias al papel que poco a poco está asumiendo toda la sociedad como individuos activos, capaces de observar, criticar y reflexionar.